Uno de los principales problemas de ámbito territorial en Andalucía es el de las viviendas o edificaciones construidas en suelo no urbanizable. Y es un gran problema porque enfrenta a dos grandes fuerzas. Por un lado tenemos a una población que no es homogénea en cuanto a hábitos y por otro lado a una administración que debe regular un territorio para que sea sostenible para todos.
—Los «irregulares»
Aunque vivir en ciudades proporciona grandes ventajas y comodidades (así como desventajas e incomodidades), hay parte de la población que quiere, o necesita, vivir con un mayor grado de conexión con la naturaleza. Es decir, vivir en ámbitos de muy baja densidad, y a ser posible en un entorno natural hermoso y salvaje.
Estas personas argumentan su derecho a habitar fuera de los asentamientos regulados, en sus propiedades, y si es necesario renunciando a los servicios básicos. Y se preguntan ¿por qué no puedo tener una casita en mi parcela y vivir allí?
—El modelo territorial del POTA
El POTA (Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía) propone un modelo que viene a decir, no literalmente, que Andalucía es un territorio con algunas ciudades grandes, otras medianas y un montón de pueblecitos compactos y encalados en blanco. Lo que es, en la opinión de muchos, un modelo idealizado que no corresponde con la realidad territorial de Andalucía.
No obstante, no hay que olvidar que existe un derecho de todos a un medio ambiente limpio y sostenible. Por lo que hay que entender que la administración tiene la obligación de legislar para mantener dichos ámbitos protegidos de la actividad humana.
—La corrupción urbanística y los compradores de «buena fe»
Sin embargo no todo es tan sencillo. Además de esto, hemos visto como dentro de la administración se han cometido fraudes administrativos, dejación de funciones o directamente actuaciones ilegales y corruptas.
Y claro, que pasa cuando tú has pedido un permiso al ayuntamiento de tu localidad para construir una casa y este te lo ha concedido, previo pago de licencias, cuando no debería haberlo hecho. ¿Era tu obligación saber que la administración estaba actuando mal? y en tal caso, ¿cuales son tus obligaciones y derechos?
Como veis, es un tema complicado.
Y por supuesto este artículo no pretende dar respuesta a dicha problemática, solo quiere hacerse eco de un proyecto de investigación que si pretende hacerlo de forma seria y coherente, se trata del proyecto «El urbanismo de la no ciudad. De la clandestinidad vulnerable a la visibilidad sostenible. Integración Territorial y Urbana de Asentamientos Irregulares en el Suelo No Urbanizable».
Podéis consultar su contenido en su web pinchando aquí.
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